¡Hola, mis queridos lectores!
La reseña del día de hoy no es sobre una
novela o alguna obra de ficción, sino de una poética del Siglo de Oro español
que imagino que sólo a los interesados en el tema les interesara conocer. El Exemplar poético de
Juan de la Cueva
(1543-1612) es una obra que habla sobre los lineamientos que se deben seguir para componer
lírica y teatro, existen otros textos que ya reseñé antes que hablan
de lo mismo: Philosophia antigua poética del Pinciano (reseña) y
las Tablas poéticas de Cascales (reseña).
La edición del Exemplar
poético que leí es de
José María Reyes Cano, quien en el estudio preliminar del libro
expone el trabajo
ecdótico que realizó para justificar la elección de la versión que
eligió para fijar el texto, la cual es una fechada en 1609, aunque cabe
mencionar que encuentra una que está firmada por el autor en 1605. La razón
para reproducir el manuscrito de 1609 se debe a que al ser la última y estar
también firmada por Juan de la Cueva, se considera la definitiva en ese proceso
de escritura que supone crear y corregir. Ahora bien, ya seleccionado el texto,
Reyes Cano hace una revisión de las ediciones anteriores y después expone sus
consideraciones para editarlo, las cuales fueron conservar las grafías –de ahí
que se lea “exemplar” y no “ejemplar”–, aunque unificándolas, y que la
puntuación y acentuación se ajustaran a las normas académicas vigentes, excepto
en esos casos en los que se pueda afectar el verso, además anota las variantes
que hay.
En su estudio, Reyes Cano
también alude a que se le debe de conceder más importancia a esta preceptiva,
pues fue hecha antes que
la de Lope de Vega (Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo,
1609, que pueden leer AQUÍ) y al ser “una defensa clara y sin paliativos de la
reforma de la escena, [que] equivale sin
duda, a la colocación de la base del denominado ‘teatro nacional’ del Siglo de
Oro, lo que lo convierte en un texto básico para el mejor conocimiento del
género dramático en los siglos XVI y XVII y la transformación que en estos
momentos tuvo que afrontar” (pág. 12).
El Exemplar poético
está dedicado a don Fernando Enríquez de Ribera, está escrito en verso y consta de tres epístolas,
puesto que él no desea que su obra sea conocida como un Arte, sino que se le
llame epístola, así como la de Horacio, a quien sigue de cerca junto a
Aristóteles. La primera
epístola habla sobre el verso y el poeta, cuya labor no debe consistir
sólo en hacer versos, sino en darle primor al lenguaje, por lo distingue al
verdadero poeta del mero versificador, también aborda la mímesis, la fábula o
trama y los personajes, aparte de alabar la importancia del ingenio. En la segunda epístola se
enfoca en la copla, el romance y aquellas composiciones que denomina “nuevas
invenciones” (el verso endecasílabo y el soneto), también alude a la elegía, a
los errores en los que incurren los poetas al momento de escribir versos,
acerca de retomar textos ajenos y cuando es lícita la imitación, y, sobre todo,
cuál es la importancia de los preceptistas. La tercera epístola, por su parte, comienza con
su aclaración de que él no quería plasmarla, pero que se lo pidieron, en ella
se centra en la octava real y la canción, así como en la composición de las
églogas, pero a lo que le dedica más atención es al teatro, del cual brinda los
aspectos generales que el observa y la diferencia que hay con la puesta
dramática de antes, diferencia entre comedia y tragedia, y da unos cuantos
consejos.
La poética o preceptiva
de Juan de la Cueva, al igual que otras, aborda los aspectos fundamentales que los poetas y
dramaturgos deben tener en cuenta a la hora de escribir, ya que en la manera en
la que ornen su lenguaje o demuestren su ingenio, se apreciara si se trata de un
texto de calidad o no. Desde luego alude a los clásicos, como
Horacio y Aristóteles, que ya desde antes recomendaban lo que era valioso de lo
que no, sin olvidar advertir la importancia de conocer las bases del arte para
saber imitar para perfeccionar o para innovar. El Exemplar poético aborda el quehacer del poeta, la
lírica y el teatro, en cuanto a este último, específicamente, me
parece bien que plasme el contraste entre el actual y el de antes, para así ver
las transformaciones que se dieron y cómo es que se conformó un modelo que
duraría casi un siglo.
Finalmente,
uno de los aspectos que más me gustó fue precisamente leer sobre el proceso de
redacción de Juan de la Cueva y cuál fue la transmisión del texto, me parece genial
el riguroso trabajo ecdótico que hace Reyes Cano al examinar cada versión y todas
las variantes; aparte, el que cuando lo leyera estaba aprendiendo justo ha
hacer un trabajo ecdótico me ayudó a entender mejor los términos que utilizaba.
Por otro lado, el Exemplar poético me permitió consolidar mi comprensión
del decoro en el teatro, ya que no sólo es algo que se observa en el lenguaje,
sino también en el comportamiento de los personajes.
Como
nota final, yo saqué el libro de la biblioteca y, como ya lo mencionaba Reyes
Cano, hay varias ediciones por allí, de hecho, en la Biblioteca Virtual Miguel
de Cervantes lo pueden leer (AQUÍ), ese texto está basado en la edición de
Espasa-Calpe.
FICHA: CUEVA, Juan de
la, Exemplar poético, edición de José María Reyes Cano, Sevilla: Alfar,
1886, pp. 112 (Serie Ediciones, textos y documentos).
Gracias por leer <3
¡Hola! Nunca digo que no a libros de este tipo aunque ahora mismo es cierto que prefiero otras cosillas. Un besote :)
ResponderEliminar