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sábado, 21 de octubre de 2023

Reseña: El árbol de las brujas, de Ray Bradbury

¡Hola otra vez!

El contenido spooky continúa y en esta ocasión les quiero hablar sobre un libro que quería leer desde hace mucho tiempo, así que estoy muy feliz de por fin haberlo hecho. Se trata de una novela escrita por un autor bastante reconocido y que de una manera muy amena se encarga de hablarnos del significado de la Noche de Brujas. ¿Quieres saber más?

 
El árbol de las brujas
(The Halloween Tree, 1972), de Ray Bradbury, es una novela corta en la que el autor hace un recorrido a lo largo de los siglos y por distintas culturas para revelar el verdadero significado de la Noche de Brujas. Todo inicia cuando Tom y sus amigos van a salir a pedir dulces, pero la ausencia de Pipkin y su misterioso mensaje hacen que vayan a una casa alejada del pueblo, terrorífica la mires por donde la mires, con un extraño árbol de calabazas y un dueño aún más raro, Carapacho Clavícula Mortajosario, quien los increpa por desconocer el por qué celebran esa noche. El viaje por descubrir la verdad se convertirá al mismo tiempo en una travesía por salvar a su amado amigo Pipkin, que ha sido raptado por… la Muerte. ¿Logrará el grupo de amigos rescatarlo antes de que la noche termine?
         Una lectura interesante y amena, con una narración que cautiva desde el primer momento. La manera de escribir de Ray Bradbury es una completa delicia, usa un lenguaje que se siente innegablemente literario, lleno de figuras retóricas (hipérbole, repetición, paralelismo, etc.) que hacen énfasis en recalcar el mensaje de lo que se está transmitiendo, que le imprimen intensidad al relato. Figuras que consiguen que las descripciones se sientan reales o que se sienta el frenesí del viaje; el ansía por conocer lo desconocido, por adentrarte en la oscuridad de la noche y las tierras incógnitas del más allá; que experimentes junto con los niños la magia de ver por primera vez aquello que había sido olvidado; el miedo, la sorpresa o la diversión que viven de lugar a lugar, de siglo a siglo.
Una narración fluida y frenética en ocasiones, pues no hay que olvidar que la noche se acaba, que no hay tiempo que perder. Algo que me gustó mucho y que me pareció interesante es cómo se presenta el tema de la muerte en las diferentes culturas y, al mismo tiempo, las conexiones y similitudes que hay entre ellas. Además, explica de forma clara cómo evoluciona la humanidad, el cambio de paradigmas, cómo unas creencias son reemplazadas por otras, pero siempre conservando en su interior una preocupación en común sobre la muerte. Y es importante esto, ya que todo inicia con la ignorancia de los niños al respecto de la celebración de la Noche de Brujas, con lo cual se marca una acusación al olvido y a la superficialidad con la que se toma dicho evento, para así al final recuperar la esencia de lo que verdaderamente representa.

   Ahora bien, cabe mencionar que hay una adaptación animada que lleva el mismo nombre y que data de 1993, la cual me encantaba ver cuando era pequeña, sobre todo porque México formaba parte del recorrido. La historia es prácticamente la misma, sólo que con ligeras diferencias bastante significativas. Mientras que en el libro son 8 niños los que conforman el grupo de amigos, en el filme son 4 –uno de ellos es una niña, detalle que aplaudo y que, confieso, me decepcionó que cuando comencé la novela, ella no apareciera–, lo que permite que cada uno tenga su momento de brillar, dado a que en su contraparte escrita al ser tantos, tienden a desdibujarse y ser olvidables, con excepción de Tom Skelton, cuya voz se hace escuchar de principio a fin. Otra diferencia es que en la película se le da más énfasis a la amistad, en tanto que en la novela el foco se concentra en la historia de la Noche de Brujas. Aun así, disfruté de esta obra en ambos formatos, y me gustaría hacer una mención especial a los respectivos finales, que son los mismos, pero en la película es conmovedor gracias al sentimiento de amistad, en tanto que en el libro la última charla entre Tom y Mortajosario es el cierre perfecto para la historia.

          Finalmente, El árbol de las brujas fue un libro que me gustó y que, en cierta forma me sorprendió, puesto que ya había visto la adaptación, pero como mencioné, cada formato tiene lo suyo y recomiendo ambos. Ya para concluir, Ray Bradbury presenta una novela con una premisa interesante que funciona muy bien para conocer el significado de la Noche de Brujas, porque bien pudo haber decidido hacer un ensayo, no obstante, eligió hacer un texto literario que es claro y bello para el lector. Si bien falla en que los personajes parecen sólo un pretexto para desarrollar el tema, la presencia de Tom y Pipkin le agregan una chispa única al relato, añadiendo emociones y sentimientos con los que cualquiera se puede identificar.
 
Ficha: BRADBURY, Ray, El árbol de las brujas, traducción de Matilde Horne, México: Minotauro, 2020, pp. 155.
 
¿Les llama la atención?
¿Celebran la Noche de Brujas?
¡Gracias por leer! <3

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