¡Hola!
La
spooky season ha comenzado y
yo estoy más que lista para leer libros acordes con la temporada. El primer
libro con tintes oscuros y aterradores que leí este mes fue una novela gráfica
que prometía bastante, pero que no cumplió con mis expectativas. ¿Quieres saber
cuál es? Entonces sigue leyendo.
El chico perdido
(The Lost Boy, 2013), de Greg Ruth, es una novela gráfica
que nos presenta a una familia que se acaba de mudar a un vecindario que guarda
un antiguo misterio. Nate parece no estar tan contento con el
traslado, así que no se emociona mucho cuando su padre le dice que puede escoger
su habitación, aunque más bien el cuarto escogió al chico. Oculto bajo una
vieja tabla del piso, Nate encuentra un paquete dirigido a él, en el cual hay
una antigua grabadora que guarda las memorias de Walt, un jovencito que se
interesó por registrar los misteriosos sucesos que ocurrían en el pueblo… medio
siglo atrás. Un día, Walt desapareció sin dejar rastro. Ahora, Nate tratará de
descubrir qué fue lo que le pasó, con la ayuda de su nueva vecina y
amiga, Tabitha, quien parece saber más de lo que aparenta. ¿A dónde los
llevarán sus pesquisas?
La historia se divide en dos partes,
la primera se enfoca más en mostrar el pasado a través del contenido que Nate
escucha en las cintas, con lo cual conocemos más a profundidad a Walt, pero no
sólo eso, sino también el Reino oscuro y fantástico que colinda con el pueblo,
así como a las criaturas que lo habitan y a los terribles seres que esconde. La
segunda parte, en cambio, se centra en el presente y guía a los personajes al
momento climático de la narración, el cual esperaba con ansias, sin embargo, es
cuando mi entusiasmo comenzó a decaer…
En cuanto vi la portada de la novela,
ésta me cautivó por completo y la sinopsis lo único que hizo fue aumentar mis
ganas por leerla. La premisa prometía mucho, pero la ejecución no fue la
mejor, siento que en ocasiones las secuencias narrativas saltaban de
una a otra de manera abrupta, por lo que me hubiera gustado que algunas escenas
se desarrollaran más. Por otro lado, también me habría gustado que se
profundizara más en los personajes, puesto que, pese a que conocemos
mucho de Walt, es poco lo que sabemos de Nate y Tabitha, quienes parecen sólo
cumplir con los roles del héroe y la acompañante, respectivamente, mientras que
el resto de los personajes no pasan de fungir como meros ayudantes.
El giro argumental que me pareció
bastante predecible, y eso me decepcionó más de lo que esperaba,
sobre todo porque está ligado con el desenlace, el cual fue muy conveniente
para mi gusto y siento que el conflicto se resolvió de forma fácil. Aparte,
te da a entender que hay más de lo que se nos contó, como si diera pie a una
continuación –que no hay–, por lo que deja con ganas de más.
En cuanto al arte, lo único que
puedo decir es que es precioso y cautivador, muy acorde con la historia y la ambientación,
ya que las ilustraciones son en blanco y negro; sin embargo, eché de
menos la falta de color, pues me hubiera gustado una paleta de colores fríos
con tonos cafés y verdes, con muchas sombras, pero eso es cosa mía. Aun así,
amé el arte.
Finalmente, El chico
perdido es una historia con una buena premisa a la que le faltó
un poco más de desarrollo, y en la que encontramos la típica lucha entre el
bien y el mal. Una novela que toca temas como las pérdidas, la venganza, el
odio y la arrogancia, aunque también la compasión y la bondad.
FICHA:
RUTH, Greg, El chico perdido, traducción de Darío Zárate, México: FCE,
2023, pp. 192 (Colección Espectográfica).
¿Leen novelas gráficas?
¿Leerán algo spooky este mes?
¡Gracias por leer!
¡Hola! No me llama mucho pero si encima no está demasiado bien desarrollado, lo dejo pasar seguro. Un besote :)
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