¡Hola
de nuevo!
Hace
mucho que no traía una reseña, así que sin tanto preámbulo iré directo a lo que
me atañe el día de hoy. Todos mis amigos son superhéroes: Edición décimo
aniversario (All My Friends Are Superheroes: Tenth anniversary
edition, 2013), de Andrew Kaufman, fue una lectura
interesante que me habría perdido de no ser porque una amiga me la
recomendó, además de ser quien me lo regaló. Y agradezco mucho el regalo, pues se
trata de un libro que a lo mejor no hubiera elegido de tener la oportunidad, estoy
casi segura de que me habría decantado por algún otro, así que qué bueno que mi
amiga me hizo salir de mi zona de confort lectora y me presentó una historia peculiar.
El día de la boda de Tom y la
Perfeccionista, el exnovio de ella, Hipno, usa su poder para que Tom se vuelva
invisible a los ojos de Perfe. Han pasado seis meses y la Perfeccionista se va
a mudar a Vancouver porque piensa que su esposo la ha abandonado, aunque durante
ese tiempo Tom haya hecho hasta lo imposible, inútilmente, para que ella lo
pueda volver a ver. El viaje en avión es su última oportunidad para lograr ser
visible y feliz con su esposa. ¿Lo conseguirá? Con vistazos al pasado se nos irá
contando cómo se conocieron los personajes, a la vez que se nos presentará al
variopinto grupo de amigos superhéroes de la pareja.
Y vaya que abundan los superhéroes
en esta novela, todos con un nombre que adquieren en virtud de su superpoder,
esa cualidad, buena o no tanto, que destaca en la personalidad de un individuo,
su esencia misma. La Perfeccionista, por ejemplo, tiene el don de querer que
todo sea perfecto e incluso podría decirse que tiene TOC; también está Hipno,
que tiene el poder de convencer a la gente de hacer cosas; la Batería, por su
parte, tiene emociones desbordadas e impredecibles, arranques de energía
intensos que, así como vienen, se van; otro, el Calientasofás, puede sobrevivir
sin trabajar. Y hay más, todos personas comunes y corrientes que un buen día, tal
vez un miércoles, descubrieron su habilidad y se consiguieron un nombre que la
define.
«Es verdad, casi todos los
superhéroes tienen un nombre ridículo, pero es que deben buscárselo ellos
mismos. La gente no comprende la dificultad que entraña esa tarea. Venga,
prueba tú, resume tu personalidad y tus aptitudes en una sola frase o en una imagen.
Si puedes hacerlo, seguramente ya eres un superhéroe.»
Lo de los miércoles es un detalle que
me pareció curioso, porque se hace hincapié constantemente a la relevancia de ese
día, como si fuera un día especial, ideal para la transformación. En cierta
forma, si nos podemos a pensar en ello, se trata del día que marca la mitad de
la semana, por lo que bien podría determinar un momento de transición entre el
antes y el después. De ahí que estas personas comunes y corrientes encuentren
un giro del destino ese día, un giro que los convierte en superhéroes y
superheroínas. Un día que marca un suceso desencadenante en el que ya no hay
marcha atrás.
Ahora bien, cabe mencionar que Tom es el único
que no es un superhéroe, lo que provoca que el lector se ponga a
reflexionar por qué. Tal vez la respuesta podría estar en que él no se
considera alguien especial, o que en ocasiones se siente más como un espectador
que como un protagonista; sin embargo, que sea el único que posee un nombre lo
hace resaltar, lo vuelve significativo.
Por otro lado, algo que me llamó mucho
la atención fue la forma en la que el autor te cuenta la historia, pues aquello que se
tomaría como lenguaje figurado, aquí se torna literal. Por ejemplo,
un corazón roto no sólo es una metáfora, sino que realmente a uno de los
personajes se le rompe el corazón y le tienen que hacer una compostura como si
de un auto se tratase; la ansiedad se materializa en un monstruo real que
acecha tras la puerta; o darle el corazón a alguien significa realmente
enviárselo por correo. Considerando el tema de los superhéroes, tiene sentido
que el autor vaya un poco más allá y quiera mostrar de manera más tangible las
emociones que atraviesan a los personajes.
Antes de concluir, menciono que la novela incluye
ilustraciones de Marc Torrent que siento que combinan muy bien con
la trama. Además, al tratarse de la décima edición, aparte de la
historia de Tom y la Perfeccionista, se integran más perfiles de superhéroes:
“antiguos compañeros de piso de la Perfeccionista”, “las parejas efímeras de
Hipno”, “superhéroes derrotados por el tiempo (pero solo pasados tres años)”,
entre otros.
Finalmente, Todos mis amigos deberían ser superhéroes consiste en un
retrato íntimo de una pareja que debe lidiar con unas circunstancias inusuales,
pero que no dejan de ser las inseguridades o miedos que todos tenemos. Recomendado
para aquellos lectores que quieran leer algo breve y diferente. Se
lee de una sentada, se los prometo.
Ficha:
KAUFMAN, Andrew, Todos mis amigos son superhéroes: edición décimo aniversario,
con ilustraciones de Marc Torrent y traducción de Diego de los Santos, España:
Turner, 2015, pp. 149.
¿Les llama la atención?
¿Alguna lectura peculiar que me recomienden?
¡Gracias por leer! <3
¡Hola! Se ve muy interesante y creo que podría gustarme la forma en la que se enfoca el tema de la pareja pero ahora mismo no me apetece demasiado leerlo. Un besote :)
ResponderEliminar¡Hola, Mary!
EliminarTe entiendo, ya le tocará su momento. :)
Un abrazo.