El abrazo de la noche, de Sherrilyn Kenyon

¡Hola, mis queridos lectores!

Hoy toca nueva reseña –¡por fin!–, ya tiene rato desde la última vez que publiqué una y temo decir que eso sólo quiere decir que ya me atrasé más con todas las reseñas pendientes que tengo, pero bueno… ¡comencemos!

                            

El abrazo de la noche (Night Embrace, 2003) es la tercera novela de la serie vampírica Cazadores Oscuros de la escritora Sherrilyn Kenyon, en la que el erotismo y el romance son los ingredientes principales, además de contar con una mitología vampírica que conforme pasan los libros se vuelve más compleja y rica en detalles de lo que parecía a simple vista. A pesar de que cada novela cuenta una historia independiente, hay otra que se va construyendo con el paso de cada libro, por lo que sí considero necesario que haya un orden al momento de realizar la lectura de esta serie; además, para todos aquellos quisquillosos de los spoilers, al no leerlos en orden, estarían conociendo detalles de personajes pasados o datos que al principio son un completo misterio.

         En esta tercera entrega, la autora nos presenta como protagonistas a Sunshine y a Talon de los Morrigantes, éste último ya había aparecido en Placeres de la noche (reseña AQUÍ). En Nueva Orleans, alrededor de la celebración de Mardi Gras, Sunshine conoce a Talon de los Morrigantes, un cazador oscuro que es atropellado por una carroza dedicada a Dionisio. Sunshine no puede dejarlo tirado en plena calle, así que se lo lleva a su casa y pronto las chispas de la pasión saltan entre los dos; ella es una mujer independiente a quien no le interesa tener una relación seria y él es un hombre acostumbrado a que todas las mujeres caigan rendidas a sus pies, por lo que al ver cómo lo trata Sunshine, su ego sufre un daño severo. A pesar de que su relación surge de algo casual y sexual, el vínculo entre ellos dos es más profundo de lo que se percibe a simple vista.

Nuevamente se repite el esquema de las novelas anteriores: galán increíblemente guapo e irresistible con pasado trágico y las primeras páginas están dedicadas a él, protagonista que es una contradicción andante y cuyo ex novio es un imbécil, ella es la única que puede salvar a su prospecto amoroso y el amor y la atracción se dan prácticamente de manera instantánea. A pesar de esto, y considerando que en Placeres de la noche estos rasgos ya estaban un tanto matizados, en El abrazo de la noche finalmente se nota que la autora se esmeró en esta entrega, puesto que el retrato inicial de Talon no consiste sólo en exaltar sus cualidades, sino en mostrar un evento significativo de su vida y así presentarlo de una manera más íntima, además, el debate interno de Sunshine está muy bien manejado, la introspección que se hace del personaje está bien desarrollada y con el pasar de las páginas se percibe que está lejos de ser calificado como plano. Además, la relación amorosa es verosímil y está lo suficientemente justificada como para no hacerme rodar los ojos ante la chispa de la pasión que emerge al instante entre este par –que, por cierto, todo el asunto amoroso de Talon y Sunshine me recordaba a Inuyasha, ¿soy la única a la que le pasó eso?.

Sunshine es artista y una mujer fuerte e independiente, algo despistada y que disfruta de su soltería, durante un tiempo estuvo cada con alguien que no la valoraba y que la subestimaba, por lo que después de dejar atrás esa relación y de por fin vivir su vida como le dé la gana, teme que lo que tiene con Talon no sea precisamente lo que está buscando. Sunshine se siente atraída por Talon, física y emocionalmente, pero el descubrimiento de ciertas cosas la hace dudar sobre lo que quiere y no quiere, sobre quién es ella y lo que definitivamente no quiere ser. Talon, por su parte, sufrió mucho en su vida como mortal y en su existencia como cazador se ha mantenido aislado y ha procurado no forjar demasiados vínculos afectivos, se acuesta con cuanta mujer puede y no se corta la lengua al llamar “fáciles” a las mujeres. Cuando Talon conoce a Sunshine y su forma de ser, se sorprende que ella no le ruegue que se quede con ella y que lo despida de su lado como si nada. Talon no es de mis cazadores oscuros favoritos, no me gusta eso de que llame “fácil” por el simple hecho de disfrutar de su vida sexual como se le dé la gana, tomando en cuenta que él así lo hace, tampoco me gustó que se indignara porque Sunshine había estado cada, porque, tal como ella le recalca, él se ha acostado con varias y ella en ningún momento se ha planteado reclamarle eso. Esto es lo que más me ha gustado de la protagonista, que tiene bien claras las cosas y que no se contiene para expresar lo que piensa y para ser fiel a sí misma.

Ahora bien, la trama de El abrazo de la noche me parece completa y bien hilada, la autora supo manejar muy bien el misterio y la tensión dramática, aparte de que la inclusión de varios personajes, tanto viejos conocidos como caras nuevas, le dieron el toque perfecto para que la acción no decayera en ningún momento y mantuviera cautivo al lector con el correr de los acontecimientos. Por un lado, la adhesión de nuevos personajes logra que te intereses por ellos y que quieras leer sus respectivos libros y, por otro, todas las pequeñas informaciones que se van soltando sólo enriquecen el mundo de los cazadores oscuros y es aquí cuando se nota que hay muchas cosas tras bambalinas de las que el lector todavía no sabe y que sólo provocan una intensa curiosidad por todo lo que se está cocinando detrás de lo poco que la autora mostró en esta ocasión.

Finalmente, El abrazo de la noche es mi favorito hasta ahora. La trama está más trabajada, la relación amorosa está bien justificada y desarrollada, me agrada que la autora haya matizado los tópicos y su propio esquema que al parecer repite en cada libro. La protagonista me cayó muy bien, Sunshine es fuerte e independiente, lo cual me agradó. Por otra parte, la autora le concede cierto protagonismo a otros personajes cuyas vidas me llaman mucho la atención y por lo que ya tengo ganas de ponerle las manos encima a sus respectivas novelas.

FICHA: KENYON, Sherrilyn, El abrazo de la noche, traducción de Ana Isabel Domínguez Palomo, Concepción Rodríguez González y Ma. Del Mar Rodríguez Barrena, México: Debolsillo, 2010, pp. 460.

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