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miércoles, 21 de octubre de 2020

#19 | ¿Alguien dijo cine?

¡Hola, queridos lectores!

¿Qué tal? ¿Cómo están? Yo acabo de volver al trabajo otra vez, pero ya me estoy organizando para no desaparecerme tanto, sobre todo ahora que sí he estado poniéndome más al corriente con el blog je, je. Dejando eso de lado, el día de hoy toca entrada de ¿Alguien dijo cine?, sección en la que les doy mi opinión sobre las películas que he visto. En esta ocasión les hablaré de algunas películas mexicanas, de las que les quería contar el mes pasado, pues porque septiembre, pero bueeeeno. ¡Comencemos!

 
La boda de mi mejor amigo (2019)
 


Antes que nada, la película de La boda de mi mejor amigo (My Best Friend’s Wedding, 1997) protagonizada por Julia Roberts, Cameron Diaz, Dermot Mulroney y Rupert Everett me encanta, es una de mis comedias románticas favoritas, cada que sale, yo la veo y me sigue gustando tanto como la primera vez. Para quien no la haya visto, la historia es muy sencilla: una mujer se entera que su mejor amigo se va a casar el siguiente fin de semana y desde ese momento se propone arruinar la boda porque se da cuenta de que lo ama e intentará que se quede con ella. Ahora bien, no sé a quién se le ocurrió que sería una buena idea hacer una versión mexicana, pero la cosa es que así fue y el año pasado se estrenó con el mismo nombre, dirigida por Celso García Julia y en los papeles estelares se encuentran Ana Serradilla, Natasha Dupeyrón, Miguel Ángel Silvestre y Carlos Ferro. Desde que salieron las primeras críticas ya el asunto pintaba muy mal, puras opiniones negativas, sin embargo, me animé a verla porque me daba curiosidad… Resultó que sí es malísima.
         La historia es igualita, escena tras escena todo es lo mismo sólo que con un elenco mexicano, a lo mucho se agregaron una o dos escenas, pero de ahí en fuera no hay innovación ni nada con lo que sorprender al público. No me sorprende que no durara en el cine y que luego luego la transmitieran en la tele. No había ninguna necesidad de hacerla, sinceramente.
 

Solteras (2019)

Solteras
(Dir. Luis Javier M. Henaine) nos presenta a Ana (Cassandra Ciangherotti), una joven que tras una ruptura amorosa se inscribe a un curso diseñado para conseguir marido. Aunque ella afirma que no está desesperada por casarse y tacha de urgidas al resto de sus compañeras, lo cierto es que sí se muere por comprometerse con alguien y no piensa en otra cosa más que en cazar a un hombre. El argumento no me terminó de convencer, en primera, porque me parece absurdo que exista un curso de este tipo, y en segunda, porque presentan a las mujeres como unas desesperadas cuyo único objetivo es casarse, además de que los personajes femeninos están estereotipados y hay varios clichés por ahí.
Desde luego, la película trata sobre el viaje de Ana y se nota una evolución en su personaje y, por supuesto, termina descubriendo lo que el espectador ya esperaba, pero me habría gustado que la mirada con la que se aborda fuera más crítica. Lo que sí aplaudo es que al menos se mostró algo de sororidad entre las chicas del curso. Finalmente, reconozco que me pareció bastante entretenida y que hay varias cosas que le suceden a Ana en sus citas que más de una se sentirá identificada, como yo. Y nada, lo mejor de todo es desenlace y el mensaje final.  
 
Todas las pecas del mundo (2019)



Todas las pecas del mundo
(Dir. Yibran Asuad) se desarrolla en la Ciudad de México por ahí de 1994, cuando todos estaban inmersos en la euforia por el Mundial de fútbol, y la historia se centra en José Miguel Mota (Hanssel Casillas), estudiante de secundaria y el chico nuevo de la escuela, en su primer día de clases se enamora a primera vista de Cristina Palazuelos (Loreto Peralta) y se ha propuesto que ella será su novia cueste lo que cueste, sin importarle que todos le digan que Cristina tiene novio y que nunca lo va a dejar porque han estado juntos desde chiquitos.
         La película no me gustó, sobre todo, porque el protagonista es detestable, no le importa mentir o manipular con tal de conseguir su objeto de deseo, es decir, a Cristina, a quien se muestra como un trofeo, más que como una persona que puede decidir con quién quiere estar o quién le gusta. En general, casi todos los personajes son bastante planos, pero el de Cristina es el que más pena me da, pues sólo se le retrata como una cara bonita sin voluntad propia durante la mayor parte del filme y que se contrapone a Liliana (Andrea Sutton), la amiga de José Miguel y el otro único personaje femenino relevante en el filme. Al menos agradezco que el desenlace fue atinado y que el protagonista obtuvo lo que merecía.
         En fin, odié al protagonista y no me gustó cómo se representaron a los personajes femeninos, además de que hay por ahí una subtrama que aborda un tema delicado que se trata con mucha ligereza y que no entiendo qué se pretendía al incluirlo en la película.

 

Olimpia (2018)

Olimpia
(Dir. José Manuel Craviotto) es una película que me llamaba mucho la atención tanto por el tema que aborda como por la técnica que se usó para su realización, puesto que había leído que se trata de una animación, pero que sí habían grabado con gente real, así que me daba curiosidad ver eso. La técnica que se utilizó es la rotoscopía, la cual consiste en que primero se filman las escenas en acción real y después se pinta cada cuadro, creando un efecto que me pareció interesante a la vista.
La película se ubica en la Ciudad de México en el año de 1968 y nos presenta a tres jóvenes que están involucrados en el movimiento estudiantil de ese año cuyo momento culminante fue la matanza en Tlatelolco el 2 de octubre. Raquel (Nicolasa Ortiz Monasterio), estudiante de la UNAM, quiere que todos escuchen lo que piensa y siente con respecto a lo que se está viviendo, Rodolfo (Luis Curiel), también de la UNAM, está haciendo un registro fílmico del movimiento, y Hernán (Daniel Mandoki), quien es del Politécnico, toma fotografías que dan testimonio del movimiento y de la represión que padecen los estudiantes a manos del ejército.
Se retoman clips del documental El Grito (1968) y las anécdotas de cómo se filmó, y la vivencia de la poeta Alcira Soust, cuya historia es bastante estremecedora. Todavía recuerdo la primera vez que mi padre me habló de Alcira Soust, de cómo esta mujer era una especie de leyenda urbana en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), de cómo todos contaban que cuando el ejército entró a Ciudad Universitaria ella se escondió en los baños y que se volvió loca, que temía abandonar la institución y que fue una presencia constante en los pasillos, hasta que ya no. Cuando yo entré a estudiar a la FFyL ella ya no estaba, llevaba años ausente, pero lo que pasó y lo que ella vivió, me dejó con un resquicio de miedo de que me tocara ver que el ejército entrara nuevamente a las instalaciones, afortunadamente, cabe mencionar que durante mi estancia el ambiente fue tranquilo y ni siquiera hubo un paro que pasara de los dos días.
Y, bueno, después de esa breve digresión, Olimpia no habla del movimiento en general, sino de cómo lo están viviendo esos tres personajes en particular y a través de ellos mostrar un poco de lo que sucedió en esa época. En lo personal, no me convenció la manera en la que sus historias se cruzan y siento que faltó trabajar más el trasfondo de cada uno, por otro lado, me gustó mucho la tensión constante en la recta final, sin embargo, no estoy segura de si me gustó o no que sólo se sugiriera el desenlace de cada uno.

 

¿Ya las vieron? ¿Qué opinan?

Gracias por leer <3

2 comentarios:

  1. ¡Hola! Acabo de descubrir tu blog y me quedo como seguidora. Espero verte por el mío♥

    Gracias por las recomendaciones, las tendré en cuenta.

    ¡Nos leemos! Un beso

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    Respuestas
    1. Hola Paula! Creo no haber visto ninguna así que las anoto.
      Me gustan las entradas de cine nunca sabemos que vamos a encontrar.
      Abrazotesbuhos.

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