Reseña: La música del silencio, Patrick Rothfuss

¡Hola, mis queridos lectores!

Espero estén teniendo un excelente inicio se semana ^^

«Se llamaba Auri,

y su nombre era un trozo de reluciente oro

que llevaba siempre en su interior.»

La música del silencio (The Slow Regard of Silent Things, 2014) de Patrick Rothfuss es una historia corta sobre uno de los personajes más queridos de Crónica del asesino de reyes, una trilogía conformada por El nombre del viento, El temor de un hombre sabio y un tercer libro que aún no ha sido publicado, pero que se rumorea lleva por título Las puertas de piedra. Hace años que se publicó esta pequeña historia y aunque tenía muchas ganas de leerla, me desanimé un tanto después de leer varias opiniones negativas, así que fui postergando la compra del libro y, cuando por fin lo tuve, retrasé su lectura otro año más, hasta que por fin este año decidí que el momento de la verdad había llegado.

La música del silencio inicia con un prólogo del autor en el que le avisa al lector que lo que está a punto de leer es diferente a lo que uno cabría esperar, pero que si estás interesado en lo que él te está ofreciendo en esta obra, deberías darle una oportunidad y, quizá, te guste. Después comienza la historia, la cual, en pocas palabras, trata sobre Auri y lo que hace en la Subrealidad a lo largo de una semana. Este lapso de tiempo tan concreto no es al azar, dejando de lado todo lo que implica el número siete, esa es la cantidad de días que faltan para que Auri vuelva a ver a Kvothe y durante esa semana ella trata de encontrar los tres regalos ideales que le puede dar a él, nuevamente un número que no parece elegido nomás porque sí. La relación entre Kvothe y Auri es especial, y la dinámica que tienen para darse cosas es, por lo menos, curiosa, incluso Elodin se mostró sorprendido y estupefacto al ver lo bien que se llevaban los dos, y no hay que olvidar que después de que el profesor se enterara de que Kvothe bautizó a Auri con ese nombre, fue cuando Elodin decidió darle clases. Eso dice mucho sobre Kvothe y la nominación. Y también dice mucho de Auri.

          En La música del silencio Auri proporciona un retrato muy concreto de Kvothe, en unas pocas páginas ella resume muy bien lo que los lectores hemos visto del protagonista en dos libros. Por otra parte, la manera en la que Auri se expresa de Kvothe y lo que desea para él, contrasta con lo que ella desea para sí misma, mientras que por él haría cualquier cosa, su actitud para con ella misma parece la de una mártir. Auri lleva una vida austera y libre de frivolidades, procura no desear nada para sí misma, ni darse el lujo de alguna comodidad sin importar que a veces eso sea lo que quisiera. Auri se preocupa por mantener un orden armónico en el mundo y se descuida a sí misma las más de las veces, pero eso no quita que siempre se mantenga impoluta –a  Auri le gusta estar limpia y su rutina de aseo se repite constantemente–. Otra cosa que resalta sobre Auri en La música del silencio es que es un personaje roto por dentro y que aún hay mucho por saber de ella.   

«Entonces se lavó la cara, las manos y los pies.»

Aparte de la búsqueda de los regalos perfectos, Auri se la pasa recorriendo la Subrealidad, encontrando cosas, descubriendo lugares y objetos, poniendo todo en su sitio y consiguiendo lo necesario para subsistir. Sobre todo, Auri se la pasa cambiando cosas de lugar, porque ella sabe cuál es el lugar indicado para cada una y cuál no lo es. Página tras página ella señala varias veces que sabe cómo funciona el mundo y cómo es en verdad, ella sabe cuál es el lugar y la función que tiene ella en el cosmos y entiende a la perfección todo lo que la rodea, por lo que sabe qué es lo que guarda todo ser inanimado en su interior y qué es lo más conveniente para ellos.  De ahí que todo objeto que caiga en sus manos lo cambie de lugar si considera que no es el sitio al que pertenecen y que se sentirían más a gusto en otro lado. Ella piensa en lo correcto de las cosas. Y hay algo más, estos objetos inanimados tienen una voz y personalidad propia y definida que Auri es capaz de percibir, misma habilidad que le hace ver con claridad el nombre de las cosas, no es superficial el hecho de que la onomástica de los espacios que conforman la Subrealidad sea peculiar: Manto, Rúbrica, Caraván, Galeras, etc., los nombres no dejan de resultar una obviedad, ¿pero en verdad lo son? No puedo dejar de pensar en la nominación en este punto, aunque quién sabe.

«Ella conocía la verdadera forma del mundo. Todo lo demás era sombra y sonido de tambores lejanos.»

Ahora bien, al final de esta historia corta hay una nota del autor en la que Patrick Rothfuss cuenta una anécdota que le dio el empujón que necesitaba para animarse a publicar La música del silencio, a pesar de que no sea una historia que se esperaría de él o que no le fuera a gustar a casi nadie. Esta anécdota finaliza con la tan cacareada idea de que hay libros que son para ti y otros que simplemente no lo son –que si me lo preguntan a mí, muchas veces siento que es la frase que la mayor de las veces es usada para evitar decir que un libro es malo–, así que si esta historia de Auri no te gusta, fácil, no era para ti y ya está, no tendrías porque decepcionarte o sentirte estafado porque Patrick Rothfuss no te dio lo que esperabas. Esta nota es una clara justificación anticipada de las malas críticas que el autor sabía que recibiría de parte del grueso de sus lectores.

          Aparte de esta anécdota, en la nota habla sobre el proceso de escritura de La música del silencio, de cómo pasó a ser de un relato corto para una antología, a una historia de mayor envergadura que exigía más palabras para ser contada. Rothfuss, dice: “Por el motivo que sea, dejé que la historia se desarrollara según sus propios deseos. No le impuse otra forma, ni introduje en ella nada por la sencilla razón de que se suponía que debía contenerlo. Decidí que fuera ella misma” (142-143). Destaco la última frase, él quería que la historia “fuera ella misma”, en cierta forma esta manera de gestar esta pequeña obra no deja de tener resonancia con el personaje de Auri y con su forma de ver el mundo que se presenta en La música del silencio. La manera en la que está contada resulta ser la correcta, cómo debe ser, ya que de otra forma no funcionaría.

Finalmente, La música del silencio, no lo voy a negar, fue una historia repetitiva, tediosa y por momentos soporífera, tal como esperaba, pero tiene su mérito, y es que considero que proporciona mucha información valiosa acerca del mundo creado por Patrick Rothfuss, sobre Kvothe y, obviamente, de la misma Auri; aunque, si me detengo a pensar en lo concerniente a Auri, confieso que me habría gustado más conocer su pasado que lo que hace actualmente en la Subrealidad, además de que una parte de mí hubiera preferido que todo lo que rodea a este personaje siguiera siendo un misterio. Oh, y casi lo olvido, el libro contiene ilustraciones de Marc Simonetti y fueron de lo que más me gustó en esta ocasión.

Y, bueno, para haber sido un libro que no disfruté del todo, no sé cómo es que me salió una reseña tan larga. Cosas de la vida.

3 estrellitas de 5

                 

FICHA: ROTHFUSS, Patrick, La música del silencio, con ilustraciones de Marc Simonetti y traducción de Gemma Rovira, México: Debolsillo, 2016, pp. 145.

¿Qué opinan? ¿Ya lo leyeron?

Gracias por leer <3