Reseña: Tan solo un segundo, de Virginia S. McKenzie

¡Hola, mis queridos lectores!

¿Cómo están? ¿Entusiasmados con el Mundial? La verdad es que a mí no me gusta el fútbol, pero cuando se trata de este evento sí me mantengo enterada de los marcadores y veo uno que otro partido, aunque lo correcto sería decir que dejo la tele encendida en alguno de los partidos mientras hago otras cosas, como leer, por ejemplo xD. Pero bueno, vayamos a lo que nos atañe el día de hoy, ¡comencemos!

El libro del que les hablo en esta ocasión me llamaba mucho la atención desde que lo vi y después de leer tan buenas opiniones sobre él, mis ganas por leerlo se incrementaron, así que me sentí muy feliz cuando me lo regalaron la Navidad pasada, pero fue hasta enero que lo leí. Tan solo un segundo (2017) de Virginia S. McKenzie es una obra que nos introduce en el mundo de la danza sobre hielo, deporte del que la autora nos brinda un panorama general actual y los lineamientos principales, aparte de que a través de los entrenamientos y presentaciones de los personajes le transmite al lector la dificultad que conlleva, así como lo estilizado, íntimo y divertido que puede ser.

La historia nos presenta a Hannah y a Nick, una prometedora pareja estadounidense del patinaje que en las primeras páginas de la novela sufre un accidente de coche, truncando así sus sueños. Nick queda invalido y Hannah, aunque ama el patinaje más que nada, no quiere regresar al hielo si su pareja no puede. Por otra parte, a Mikhail –o Misha–, un joven ruso que era una estrella del patinaje artístico, pero que  tras sufrir una lesión tuvo que retirarse, ahora se le presenta una nueva oportunidad de volver a patinar. Misha tiene que convencer a Hannah de que sea su pareja, una vez que ella acepta, ya no hay vuelta atrás.

Hay capítulos narrados por Hannah, Misha y Nick en primera persona, por lo que el lector puede tener un retrato más profundo de esos personajes y conocer qué es lo que está pasando por sus mentes. El cambio de perspectivas permite una visión más cercana de ellos y apreciar el cambio que se opera en ellos capítulo a capítulo. Por otra parte, también se muestra el desarrollo de la relación amorosa que se da entre Hannah y Misha, desde el principio hay una clara atracción entre ambos y es lindo ver cómo va evolucionando. Hannah tiene miedo de arriesgarse, aunque le gusta Misha, teme mezclar el patinaje con el amor, además, experiencias pasadas la convirtieron en una persona desconfiada. Misha, por su parte, es guapo e irresistible, como el típico galán que uno cabria esperar, pero se distingue por lo tierno y atento que es, sin contar que su lado coqueto se ve acompañado de varios sonrojos que lo hacen todavía más deseable –sí, confieso que este ruso me conquistó–. Y no, no hay ningún tipo de triángulo amoroso a la vista, aunque sí un poco de tensión por el hecho de que ahora Hannah haga pareja en el hielo con Misha.

En cuanto a los personajes secundarios, me gustaría destacar a Abby, la mejor amiga de Hannah y una gran fanática de Harry Potter, quien no deja de hacer alusiones a esta saga cada dos por tres, lo cual me lleva a menciona que la autora constantemente hace referencias de la cultura pop, lo que le da un aire de actualidad a la historia. Abby, al igual que el resto de los amigos de los personajes principales, tienen una participación relevante en la historia, si bien algunos tienen más presencia que otros, no deja de ser significativa la importancia que la autora le da a la amistad. La unidad, la comprensión, el apoyo y el afecto desfilan a lo largo de la historia. Un claro mensaje que deja Tan solo un segundo es que nadie está solo realmente, siempre habrá alguien a tu lado aunque no te lo parezca y que estará para ti en las buenas y en las malas.

Los personajes no están pasando por su mejor momento, mientras que Hannah y Nich están lidiando con las secuelas del accidente, Misha también carga con un pasado oscuro que poco a poco el lector va descubriendo. A pesar de esto, de todo el drama que hay en la novela, predomina una actitud optimista sobre la vida, por más que los temas que aborda la autora sean duros y el estado emocional de los personajes esté por los suelos, predomina una vibra positiva que habla de aceptación y superación personal. Incluso en lo concerniente al patinaje, por encima de los problemas que puede haber, hay un énfasis por mostrar una visión sana de este deporte. Empero, la autora aborda temas delicados, pero prima lo positivo.

Tan solo un segundo de Virginia S. McKenzie presenta una bella historia de superación personal, de amor y de amistad, en la que la autora procura inyectarle en todo momento un aura positiva y de optimismo. El viaje de los personajes a lo largo del libro me pareció el adecuado y el aspecto amoroso me convenció totalmente, tierno con su toque coqueto y sensual. Una bonita historia que me gustó mucho.

Por otra parte, me encantó este acercamiento a la danza sobre hielo, porque si bien siempre me ha fascinado el patinaje, debo admitir que soy una completa ignorante sobre el tema, y aquí me gustó obtener un panorama general acerca de este deporte; por cierto, poco después de leer la novela, comenzaron los Juegos Olímpicos de invierno en Pieonchang y disfruté todavía más las rutinas de patinaje, además quedé enamorada de Tessa Virtue y Scott Moir con su interpretación de Moulin Rouge (ver aquí), puedo verla una y otra vez y no cansarme.  

3.5 de 5 estrellitas.

        

FICHA: MCKENZIE, Virginia S., Tan solo un segundo, España: Titania, 2017, pp. 346.

¿Ya lo leyeron? ¿Les llamó la atención?

Gracias por leer <3