¡Hola a todos! ¿Qué tal va su semana?
Hoy les voy a hablar de un soneto de Quevedo, espero les guste ^^
Francisco de Quevedo
(1580-1645) fue un hombre culto, docto en teología, conocedor
de varias lenguas y un crítico agudo, uno de los más importantes escritores del
Siglo de Oro español. Su obra literaria es inmensa y variada: escribió composiciones satíricas y burlescas
(donde critica mordazmente los vicios y las debilidades de la humanidad), también cultivó textos morales y políticos de gran
profundidad intelectual, así como una prolífera poesía
amorosa.
En sus poemas amorosos
se encuentra presente la tradición petrarquista,
especialmente en los sonetos. Quevedo explora sus emociones y nos da su visión
del amor, para él éste le da sentido a la vida y al mundo, por eso es capaz de
vencer a la muerte, es decir, sin importar que el cuerpo deje de existir, el
sentimiento permanece en el alma, presentando de tal manera la victoria del
amante y la sublimidad del amor.
A continuación les
pongo el soneto “Si hija de mi amor mi muerte fuese”:
Si hija de mi amor mi muerte fuese,
¡qué parto tan dichoso que sería
el de mi amor contra la vida mía!
¡Qué gloria, que el morir de amar naciese!
Llevara yo en el alma adonde fuese
el fuego en que me abraso, y guardaría
su llama fiel con la ceniza fría
en el mismo sepulcro en que durmiese.
De esotra parte de la muerte dura,
vivirán en mi sombra mis cuidados,
y más allá del Lethe mi memoria.
Triunfará del olvido tu hermosura;
mi pura fe y ardiente, de los hados;
y el no ser, por amar, será mi gloria.
¡qué parto tan dichoso que sería
el de mi amor contra la vida mía!
¡Qué gloria, que el morir de amar naciese!
Llevara yo en el alma adonde fuese
el fuego en que me abraso, y guardaría
su llama fiel con la ceniza fría
en el mismo sepulcro en que durmiese.
De esotra parte de la muerte dura,
vivirán en mi sombra mis cuidados,
y más allá del Lethe mi memoria.
Triunfará del olvido tu hermosura;
mi pura fe y ardiente, de los hados;
y el no ser, por amar, será mi gloria.
En el soneto “Si hija
de mi amor mi muerte fuese”, la primera
intuición emergente para expresar el estado sentimental del poeta, es la
de que por encima de la muerte el amor perdura junto con el alma. Ésta no muere
al igual que el cuerpo, pues éste es profano y aquélla sagrada, de ahí que
subsista y no desaparezca, el amor al formar parte de ella tampoco se evapora,
se mantiene y adquiere mayor fuerza de la que tuviera en la prisión mundana en
la que yacía, el aspecto de sacralidad propicia un amor indestructible.
No obstante, también se
observa el anhelo del amante por el fin de su existencia, sin embargo, ése
deseo responde a la imperiosa necesidad de reafirmar el triunfo del amor más
allá de la muerte. Esto se evidencia en el modo de los verbos a lo largo del
poema, pues primero el autor los utiliza en subjuntivo y posteriormente en
indicativo, demostrando así el deseo de morir derivado del amor como una
suposición y constatando la supervivencia del sentimiento como un hecho
indiscutible.
no suelo leer poesia pero Neruda y Quevedo a veces me leo alguno.
ResponderEliminarGracais por la entrada un besote!
Gracias a ti por leer :)
Eliminar¡Un abrazo!
No soy mucho de poesía pero gracias por el post :P
ResponderEliminarUn abrazote =)
Gracias a ti por comentar ^^
Eliminar¡Un abrazo!
La poesía no es mi género favorito pero de vez en cuando no está de más leer algo así, sobre todo si son algunas selecciones tan bonitas como el de este soneto. ^^
ResponderEliminarMil gracias por la entrada.
Un besazo.
¡Hola, Sherezade!
EliminarQué bueno que te gustó :D Dices bien, hay ocasiones en que no viene mal leer uno que otro poema ^^
¡Un abrazo!