¡Hola, mis queridos lectores!
Espero disfruten de esta reseña tanto
como yo de escribirla :) ¡Comencemos!
Este año leí La música del silencio (The
Slow Regard of Silent Things, 2014, reseña AQUÍ), de Patrick Rothfuss, una
historia corta que se centra en el personaje de Auri, quien aparece en la
Crónica del asesino de reyes, trilogía del mismo autor que todavía no está
terminada, los lectores aún seguimos esperando la tan ansiada tercera parte –¿para
cuándo, Patrick, eh, para cuándo? NECESITAMOS ese libro y los años sólo pasan y
la espera se hace eterna–. Hace años leí los libros de Kvothe, pero tras leer
la pequeña historia de Auri en la Subrealidad, decidí releer El nombre del viento (The Name of the Wind, 2007) y El temor de un hombre sabio (The Wise Man’s Fear, 2011), en esta
ocasión sólo reseño el primero y después les traeré mi opinión del segundo,
aunque cabe mencionar que el invierno pasado los recomendé a los dos, de manera
breve, por supuesto, y ahora me explayaré más.
El nombre del viento es el inicio de una trilogía de fantasía que cautivará al lector, incluso al más exigente, pues el autor crea una historia llena de matices y detalles, con una narración que deleita desde la primera línea, que genera expectativas desde el inicio y que cuenta con unos personajes que destacan por su complejidad, siempre se disfruta cuando los secundarios no están de relleno nomás porque sí, aquí todos tienen su respectivo trasfondo y función.
Vayamos por partes, el autor nos introduce en un mundo oscuro y peligroso, y nos presenta a un posadero cuya vida no es tan común y corriente como uno podría pensar, nada de lo que le ocurre y lo que lo rodea es simple. Este posadero se llama, o se hace llamar, Kote, quien tiene un pasado a cuestas que lo convierten en un hombre de leyenda, su historia está tejida entre la verdad y el mito, y Cronista está dispuesto a averiguarlo todo, a recopilar un relato veraz sobre el famoso Kvothe. Al principio Kvothe no quiere hablar sobre la persona que alguna vez fue, pero termina cediendo con la condición de que él le va a dictar palabra por palabra a Cronista, que no habrá ninguna alteración y que su historia la contará en tres días, de tal manera que cada libro que conforma la trilogía, corresponde a uno de ellos.
Vayamos por partes, el autor nos introduce en un mundo oscuro y peligroso, y nos presenta a un posadero cuya vida no es tan común y corriente como uno podría pensar, nada de lo que le ocurre y lo que lo rodea es simple. Este posadero se llama, o se hace llamar, Kote, quien tiene un pasado a cuestas que lo convierten en un hombre de leyenda, su historia está tejida entre la verdad y el mito, y Cronista está dispuesto a averiguarlo todo, a recopilar un relato veraz sobre el famoso Kvothe. Al principio Kvothe no quiere hablar sobre la persona que alguna vez fue, pero termina cediendo con la condición de que él le va a dictar palabra por palabra a Cronista, que no habrá ninguna alteración y que su historia la contará en tres días, de tal manera que cada libro que conforma la trilogía, corresponde a uno de ellos.
En cuanto a la
estructura del libro, hay un presente, aquel en el que se sitúa Kote en su
posada y en el que le está contando su historia a Cronista, así inicia el libro
y una vez que Kvothe comienza a narrar su pasado, las interrupciones que se dan a esa narración aparecen marcadas como “interludios”, mostrando así la
diferencia entre lo que sucede en este presente o actual realidad, de lo que se
muestra en el relato del protagonista, quien, recordemos, está rememorando, a
la vez que dictando en voz alta, sus vivencias, esta sería la otra parte de
la novela. Esta manera de diseñar la historia provoca que uno sienta interés no
sólo por el pasado del personaje, sino también por aquello que está ocurriendo
en su vida actual. Surgen muchas dudas y preguntas que uno espera sean
respondidas en la tan anhelada conclusión, ¿qué fue lo que pasó para que él
asumiera otra identidad?, ¿por qué la situación del mundo es más peligrosa?,
¿qué tiene que ver él con lo que está pasando?, entre otras. Ya se cuentan con
muchas pistas, pero aún faltan muchas respuestas.
«Me llamo Kvothe, que se pronuncia “cuouz”. Los nombres son importantes porque dicen mucho sobre la persona. He tenido más nombres de los que nadie merece. […] He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos.
Quizá hayas oído hablar de mí.»
Ahora bien, me gustaría
hablar sobre la configuración del personaje. Kvothe, ante todo, es un artista,
pertenecía a una troupe de artistas itinerantes, los Edena Ruh, por lo que su
educación en el campo artístico es completa: sabe tocar el laúd, cantar y
actuar, además de que tiene una memoria portentosa que, desde luego, sirve muy
bien a la hora de narrar su propia historia. También goza de mucha curiosidad y
está ansioso por aprender cosas nuevas, así que cuando Abenthy, un arcanista
que estudió en la Universidad se une a la troupe y lo adentra en los
conocimientos de la simpatía (una especie de magia que no es tal, puesto que
hay una base científica que es explicada rigurosamente en varios momentos), y más, se muestra altamente entusiasmado, sobre todo, desea aprender el
nombre del viento, como Táborlin el Grande, un personaje de los cuentos que
hacía prodigios con sólo nombrar las cosas. Posteriormente, Kvothe asiste a la
Universidad y se ahonda más en su faceta de estudiante brillante y con talento,
aunque no exento de algo de arrogancia e imprudencia. Aparte de su ansia por el
saber y sus grandes dotes para la simpatía, su otra pasión es la música, el
amor que siente por ella y su laúd se respira a lo largo de la novela.
«La música es una amante orgullosa y temperamental. Si le dedicas el tiempo y la atención que se merece, es toda tuya. Pero si la desairas, llegará un día en que la llamarás y ella no contestará. Así que empecé a dormir menos para darle el tiempo que necesitaba.»
Tomando en cuenta el
lado artístico del personaje, se comprende que sea él quien quiera contar su historia
y plasmarla tal cual la está relatando. Patrick Rothfuss crea un personaje que
cuenta con una excelente memoria y que es bueno con las palabras, que sabe cómo
deleitar a su público, de ahí que la narración sea una delicia, ninguna palabra
sobra. Kvothe sabe cómo generar expectativa desde el principio y cómo utilizar
las palabras adecuadas para describir tal o cual momento, cómo realzar un
episodio u obviar otro, él sabe qué historia está contando y cómo hacerlo,
aunque él ya sabe el desenlace, se cuida mucho de no minar la atención del
receptor y que éste se encuentre interesado en todo momento en lo que está
escuchando/leyendo. La elección del personaje y la manera en la que se cuenta
la historia no es al azar, el autor sabe qué está haciendo.
En cuanto al mundo que
aparece en El nombre del viento, no
me queda más que decir que es completo y está muy bien construido, y como
parece ser ley en el género de fantasía, claro que tiene mucho de medieval. Los cuatro rincones de la civilización están
bien delineados, hay todo un despliegue de idiomas, costumbres, supersticiones,
tradiciones y matices, se siente real y auténtico, Rothfuss se preocupa hasta
por el más mínimo detalle y se encarga de brindarle al lector una serie de
datos políticos, económicos, sociales y religiosos que constituyen un mundo complejo,
en el que cada hilo no es una mera casualidad en el tejido que creó el autor. Las
diferencias culturales que presenta este mundo, así como los puntos de
encuentro, son fascinantes e instan al lector a que vaya más allá y busque
aquello que se le está pasando por alto. Hay pistas por todos lados, las cosas
no parecen ser coincidencias, el folclor, la Historia, la religión, la
filosofía, todo tiene un por qué, que a mí muchas veces se me escapaba. Otro
aspecto fundamental es el asunto de la simpatía y la nominación, ambas
disciplinas tienen mucho qué ver en la historia, especialmente la segunda, la cual está
en todos lados y es uno de los pilares del que, aunque parece que ya hay
suficiente información, aún se necesita más. La nominación tiene que ver con la
importancia de las palabras, de los nombres.
«Es una palabra. Las palabras son pálidas sombras de nombres olvidados. Los nombres tienen poder, y las palabras también. Las palabras pueden prender el fuego en la mente de los hombres. Las palabras pueden arrancarles lágrimas a los corazones más duros. Existen siete palabras que harán que una persona te ame. Existen diez palabras que minarán la más poderosa voluntad de un hombre. Pero una palabra no es más que la representación de un fuego. Un nombre es el fuego en sí.»
Los personajes que
deambulan por estas páginas son redondos y me da gusto saber que hay varios
personajes femeninos que son diferentes y complejos, que no son sólo caras bonitas
o que están de relleno. La historia tiene un buen ritmo, pese a sus más de
ochocientas páginas en ningún momento la lectura se siente lenta o pesada, si
bien es cierto que hay pasajes más densos que otros. Hay mucho misterio y me
gusta que desde el principio se plantea lo que es la verdad y la leyenda, cómo
pueden convivir o desplazarse la una a la otra y transformar la historia, cómo surge el
hombre y el héroe, y por qué la vida no es como los cuentos.
Finalmente, El nombre del viento es una novela que
no dejaré nunca de recomendar, tanto si te gusta el género como si no, pues se
trata de una obra completa y rica en detalles que merece ser leída. Aunque lo
siento mucho si luego de leerlo te unes a las filas de los fans que ya no
podemos con la espera de la tercera parte y decides venir a culparme por haberte
hecho leer semejante libro y porque ahora vives con la frustración de no saber
si vivirás lo suficiente para conocer el desenlace.
FICHA:
ROTHFUSS, Patrick, El nombre del viento.
Crónica del asesino de reyes: primer día, traducción de Gemma Rovira,
México: Plaza Janés, 2009, pp. 872.
¿Qué opinan? ¿Les llama la atención?
¿Ya lo leyeron?
Gracias por leer <3
Hola!
ResponderEliminarCon este libro no se que hacer, por una parte me apetece leerle y por otra me da un poco de pereza, así que lo tengo en veremos.
Gracias por tu reseña.
Un beso
¡Hola!
ResponderEliminarMe encantó este libro, así como su segunda parte. Creo que el tercero es una de las novelas más esperadas para mi. Ojalá y pronto lo tengamos.
Un besito.
Hola bonita! este libro es uno de mis grandes pendientes, al principio le tenía muchas ganas pero en este momento ni siquiera sé si lo leeré. Me alegro de que lo hayas disfrutado.
ResponderEliminarNos leemos, un abrazo ♥♥
¡Hola!
ResponderEliminarTengo este libro en mi estantería desde hace mucho tiempo y nunca me he dado la oportunidad de leerlo, he escuchado buenos comentarios de el, quizá antes de que termine el año le de una oportunidad.
Saludos infinitos.
¡Hola! ^^
ResponderEliminarHas hecho una gran reseña de un gran libro. La verdad es que nada más verlo impone bastante por su grosor. O al menos eso es lo que me pasó a mí, pero en cuanto lo empiezas y vas avanzando con la lectura las páginas vuelan. Aunque reconozco que el principio se me hizo un poquito lento, pero eso cambió enseguida. Fue una gran lectura, y es un libro maravilloso de principio a fin, pero el siguiente tampoco se queda atrás.
Besos!
Hola!
ResponderEliminarEspero poder leerlo pronto :D
Gracias por la reseña ^^
Un beso!
hola!! Amamos a Kvothe, y su bosque y sus personajes, es una novela fantastica para soñar y plagada de aventuras, y que portada lo dice todo!! nosotras lo reseñamos hace mucho tiempo y aun hoy palpitan nuestros corazones con esas dos palabras tan llenas de magia, Me llamo Kvothe!!
ResponderEliminarHola Paula!! Me encantó este libro, a ver si comienzo ya la segunda parte, pero me asusta la longitud de la novela. ¡Genial reseña! Nos leemos!! Besos!!
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarPedazo reseña te has marcado ^^ Hace años que los leí y quiere releerlos como tú, pero hasta que no haya fecha marcada para el tercero... nada porque si no me veo que me va a tocar volver a leerlos jaja
Un beso!
P.D: te sigo de nuevo, estoy cambiando la cuenta de correo.