Reseña: La Lectora, de Traci Chee

¡Hola, queridos lectores! ¿Cómo están? Hoy les traigo la reseña de un libro que leí en Semana Santa, así que ya se imaginan qué tan atrasada voy con las reseñas, pero tengo la esperanza de ponerme al corriente en algún momento.

Desde que vi este libro tenía muchas ganas de leerlo, confieso que caí rendida ante su hermosa portada con esos colores azules y verdes, así que tenía que leerlo sí o sí, más cuando me enteré de qué trataba; y bueno, ya una vez que lo leí, puedo decir que los elementos que conforman la portada me gustan aún más –y les adelanto que la portada de la segunda parte es igual de cautivadora–. La Lectora (The Reader, 2016) de Traci Chee es la primera parte de la trilogía –creo que es una trilogía– Mar de Tinta y Oro, la cual nos introduce en Kelanna, un mundo oral-auditivo en el que no hay una cultura escrita, sin embargo, existe un libro, un objeto valioso que permite al que lo posea acceder a la magia más poderosa que uno se pueda imaginar. El libro era custodiado por una sociedad secreta, pero hace tiempo fue robado y, desde entonces, hay personas dispuestas a matar para recuperarlo. Sefia es huérfana, su madre murió cuando era pequeña y a su padre lo asesinaron, así que ahora viaja con Nin, su única familia y quien le enseñó a robar para sobrevivir. Siempre están viajando, ocultándose y procurando pasar desapercibidas, hasta que las personas que mataron al padre de Sefia aparecen y se llevan a Nin para interrogarla sobre el libro; Sefia estaba oculta y lo vio todo, ella tiene el libro, pero no sabe qué es o para qué sirve. Sefia está determinada a conseguir respuestas, a salvar a Nin y a cobrar venganza, en el camino conocerá a un chico, Archer, que será un gran aliado en lo que está por venir.

         Hacía mucho tiempo que no estaba tan consciente de que estaba leyendo un libro, desde el inicio la novela se presenta como tal, un libro que estás leyendo, incluso hay marcas (tachaduras, manchas, quemaduras) en las páginas que crean la ilusión de que estás ante un manuscrito; por otra parte, en las páginas se encuentran pequeños detalles “ocultos” que requieren que pongas más atención, aunque en realidad son muy fáciles de distinguir. En otro nivel, la protagonista también está leyendo un libro, es decir, el Libro –a partir de ahora con mayúscula– del que se habla en la premisa, y lo que ella lee se indica tanto por la narración, como visualmente, ya que se muestra un diseño de hojas arrugadas en las que se lee la historia del Capitán Reed y su tripulación en el Corriente de fe. Una historia de aventuras y piratas que no sólo vive dentro de las páginas del Libro, puesto que se trata de personajes contemporáneos a Sefia. Así que por un lado está la historia de Sefia, que es la que nosotros estamos leyendo, y por otro está la que ella lee.

         Ahora bien, en la historia que nosotros leemos, seguimos los pasos de Sefia y los de Archer (un joven que fue raptado por los “inscriptores” –un grupo que secuestra chicos, los obliga a pelear y matar, para después llevárselos a Serakeen, el azote del mar–, que ha perdido el habla y que tiene una particular habilidad para matar), los de un aprendiz de bibliotecario, los de los individuos que están tras el Libro, los piratas y uno que otro más. Hay un narrador en tercera persona que acompaña a diferentes personajes, pero desde el inicio queda claro que si hay una protagonista, esa es Sefia.

«Leyendo que ella leía el libro.
Leyendo que ella se leía leyendo el libro.
Leyendo que ella se leía leyéndose a ella en el libro.
Quizás alguien la estaba leyendo ahora y, si levantaba la vista, vería los ojos que la miraban, siguiendo cada uno de sus movimientos. Quizás alguien estaba leyendo a su lector.»

         Al principio no me cuadraba la idea del Libro, pero conforme pasaban las páginas todo cobró sentido y quedé satisfecha con lo que se estaba mostrando, aparte de que los temas metaficcionales siempre me gustan mucho de hecho, algunos de mis libros favoritos lo tienen como eje principal. A pesar de que me gustó lo que presenta la autora con respecto al Libro, considero que Traci Chee no supo entretejer adecuadamente ambas historias, lo cual afectaba el ritmo y en ocasiones entorpecía la lectura, al principio es entendible, pero después el cambio entre la trama en el “mundo real” –por decirlo de alguna manera– y lo que estaba escrito en las páginas del Libro no fluía de manera armoniosa.

         Pasando a otro asunto, el mundo que plantea la autora me cautivó. Kelanna, como ya mencioné con anterioridad, desconoce la escritura y, por lo tanto, la lectura, se trata de un mundo de tradición oral en el que importan las historias que se cuentan, que van de boca en boca, que se transmiten de generación en generación y que perduran. Si algo no se cuenta, si alguien no permanece en una historia es como si no hubiera existido, de ahí que los temas de inmortalidad, la fama y la imperiosa necesidad de hacer algo que te haga ser recordado, cobran mucha relevancia.

«Eso era lo que necesitaba. Peligro. Aventura. Un motivo para que lo recordaran. Porque en Kelanna, si la historia de alguien no seguía contándose tras su muerte, era como si en realidad nunca hubiera vivido.»

       En la otra cara de Kelanna, se revela que hay una sociedad secreta que preserva el conocimiento del Libro, la escritura y la lectura para unos pocos, y en algunos capítulos se puede apreciar cómo funciona la Biblioteca y la labor de los que trabajan allí. Como todo lector sabe de primera mano, leer te transforma, y aquí esto es llevado a otro nivel: leer hace que seas capaz de ver los “hilos dorados” que mueven el mundo, y mucho más, razón por la que la lectura es un privilegio de unos pocos. Finalmente, es una metáfora del poder de la lectura y de los libros –que, por cierto, el libro como tal, es algo nuevo, la escritura lleva sus siglos, pero el libro es un objeto moderno que revolucionó la manera en la que se leía–; además, hay estudios sobre oralidad y escritura, como los de Ong*, que muestran cómo afecta el saber leer en las personas.    

«Parpadeó y el Mundo Iluminado apareció ante sus ojos. Era consciente simultáneamente de su cuerpo, de la Biblioteca dispuesta a su alrededor, de la calavera que tenía frente a él, y del magnífico tapiz de luz que siempre estaba allí, detrás del mundo que podía oler y tocar. Al abrir los ojos a la Visión, podía percibir ambos mundos a la vez.»

         La Lectora también incluye un mapa de Kelanna con el que uno puede saber dónde se ubican los lugares que se mencionan en la historia, además, la autora también delinea otros rasgos de este mundo, gracias a lo cual se sabe cómo es la situación política y qué naciones se enfrentan con cuáles y demás. En cuanto a los personajes, hay muchos y algunos están más desarrollados que otros, pero de algunos les puedo decir que a partir de los rasgos que se mostraron de ellos en esta primera parte, se puede esperar una gran evolución suya en los libros siguientes, o al menos eso me parece a mí y ojalá que así sea, porque a Archer, por ejemplo, le veo mucho potencial.  

           Ya para concluir, La Lectora tiene una premisa original y plantea un mundo interesante y cautivador, y, aunque me gustó mucho, siento que todavía está verde en algunos aspectos, motivo por el cual le doy 3 estrellitas de 5, que es una buena calificación si se tiene en cuenta que es el debut de Traci Chee. Mientras tanto, yo estoy muy ansiosa por leer la continuación, The Speaker, que ya no tarda en salir; tengo la esperanza de que sea de esos libros en que todo va mejorando con el pasar de las entregas.
             La Lectora es una historia de lectores, elegidos, piratas, asesinos y en el que la palabra escrita y la lectura tienen un lugar muy importante dentro de la trama.  

FICHA: CHEE, Traci, La Lectora, traducción de Mercedes Guhl, México: Océano Gran Travesía / Secretaría de Cultura, 2016, pp. 488.

*ONG, Walter J., Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra, traducción de Angélica Scherp, México: FCE, 2006.

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Gracias por leer <3