Reseña: Detrás de las ventanas encantadas, Cornelia Funke

¡Hola, mis queridos lectores! ¡Feliz Año Nuevo! Espero se la hayan pasado increíble en las pasadas fiestas en compañía de sus seres queridos y que estén empezando con buen pie el 2018. También espero les hayan regalado varios libros, y si no, todavía quedan los Reyes para suplir esa falta, así que, ¿se han portado bien? Les mando un abrazo enorme a todos y sin más, los dejo con la reseña del día de hoy –que en realidad debí publicar hace dos semanas jeje.

Los calendarios de adviento, de acuerdo con la siempre confiable Wikipedia, son un símbolo de la estación de Adviento que se celebra en diciembre, y su origen se remonta al siglo XIX en la Alemania protestante. Estos calendarios tienen 24 días, del primero de diciembre hasta Nochebuena, y funcionan para saber cuántos días faltan para Navidad, hay de todo tipo y son muy populares entre los niños. Pues bien, Julia quería un calendario de adviento con chocolates, al igual que su hermano pequeño, Oli, pero su madre sólo trajo uno de ese tipo y fue a parar a las manos de su hermanito, mientras que a ella le tocó uno de papel en el que hay un dibujo de una casa con ventanas. Esto provoca que haga un berrinche, pero esa misma noche, Julia se escabulle a la cocina y decide darle una segunda oportunidad a su calendario, así que se lo lleva a su cuarto y lo admira, dándose cuenta de que realmente es muy bonito y de que brilla mucho. Y por si esto fuera poco, pronto descubrirá que se trata de un calendario muy peculiar, ya que hay habitantes en esa casa, de hecho, todo un mundo tras esas ventanas, al que Julia puede acceder si se queda el tiempo suficiente mirando a alguna de las ilustraciones que hay detrás de las ventanas. ¿Qué aventuras le esperan a Julia en el mundo de las casas-calendario?

         Detrás de las ventanas encantadas. Una misteriosa historia de Adviento (Hinter verzauberten Fenstern. Eine geheimnisvolle Adventsgeschichte, 2003) es una historia para disfrutar en diciembre, para leer en un rato y pasar una tarde entretenida. Este es uno de los libros que Cornelia Funke ha escrito para un público infantil, así que, de entrada, sabía que no me iba a encontrar con una historia del calibre de Corazón de tinta o El goyl de jade, sin embargo, eso no quiere decir que no cuente con el sello de la autora, los elementos que la caracterizan están allí, pero a menor escala o apenas esbozados. Los personajes, por ejemplo, aunque planos, están bien definidos y se nota su potencial de haber pertenecido a una obra un tanto más elaborada. De igual forma, el mundo de las casas-calendario es atractivo y está bien cimentado, a lo que, en otro contexto, se le hubiera podido sacar más provecho, pero que aquí, sólo son meras pinceladas las que se le muestran al lector.

Por otra parte, la narración es amena, sobre todo abundan los diálogos, pero las descripciones que hay son precisas y las necesarias, además, el texto viene acompañado de ilustraciones hechas por la propia autora y coloreadas por Yvonne Ziegenhals-Mohr, que hacen de la lectura una experiencia más amena si es posible, sobra decir que el que se le agregara color fue un gran acierto, ya que los dibujos destacan más y van muy acorde con la historia, pues a Julia lo que más le llama la atención de su calendario en un principio son los colores y el brillo que desprende cada detalle.  

Finalmente, Detrás de las ventanas encantadas de Cornelia Funke es un libro que me gustó y que disfruté leer en esta época; no es la gran historia del mundo, pero tampoco es la peor, está muy bien para leer en una tarde invernal y pasar un rato entretenido. En lo personal, me gustó mucho el personaje de Julia, yo compartía en cada página lo que ella sentía, primero su decepción y enojo porque no le dieran lo que quería, y después sus ganas de tener algo sólo para ella, esas ganas de atesorar un secreto y sentir que es sólo tuyo y no querer compartirlo con nadie, sobre todo su hermano pequeño. Con respecto a esto último, yo soy hija única, pero tengo primos más chicos que yo (con los que ahora ya me llevo súper bien), y me molestaba mucho que agarraran mis cosas sin mi permiso o que mi madre se pusiera de su lado y me hiciera prestárselas, como pasa en la historia, así que me sentí muy identificada con Julia en ese aspecto.  

FICHA: FUNKE, Cornelia, Detrás de las ventanas encantadas, ilustraciones de la autora, coloreadas por Yvonne Ziegenhals-Mohr, traducción de Rosa Pilar Blanco, España: Siruela, 2011, pp. 151 (Biblioteca Funke, 2).

¿Lo han leído? ¿Les llama la atención?

Gracias por leer <3

¡Feliz Año Nuevo!