¡Hola, queridos lectores! ¿Cómo están? ¿Todavía
se acuerdan de mí?
Una gran disculpa por dejar abandonado
el blog sin previo aviso ni nada, pero la semana pasada no me dieron ganas de escribir,
era abrir Word y tener la hoja en blanco todo el día pensando: “bueno, no
importa, mañana escribo la reseña y la subo”, pero al día siguiente se repetía
la historia; y si a eso le agrego que se atravesaron el 15 y el 16 de
septiembre (días en los que se conmemora la Independencia de México)… mi
situación se agravó a más no poder. Fue una semana de flojera absoluta y de
comer mucho –creo que con tanto pozole ya subí como tres o cinco kilos–, y lo
peor es que ya sabía qué redactar, pero cada vez que quería hacerlo, las
palabras no salían – ¡las muy malditas!–.

El domingo me propuse
que esta semana me pondría al corriente con el blog, pero fue una meta
condenada al fracaso desde el inicio, porque yo estaba consciente de que estos
días estaría inundada en trámites y que sería imposible escribir y publicar lo
que tenía pendiente, pero esa parte ingenua que hay en mí pensaba que me daría
tiempo para todo. Sí, me gusta mentirme a mí misma de vez en cuando; el exceso
de confianza nunca es bueno, recuérdenlo.

Por otra parte, algo
que también les quería contar es que entré a la Maestría en Humanidades en la
línea académica de Filología hispánica –de ahí lo de los trámites que realicé,
los cuales me volvieron loca, por cierto, que si me faltaba un papel, que si me
había equivocado al llenar una forma, que si esto, que si lo otro, ¡horrible!–
y me siento contenta con esta nueva aventura, pero también algo nerviosa,
porque no es en mi alma mater, sino
en otra universidad, con otro ambiente y otro tipo de dinámica. Las clases
comienzan la próxima semana y espero adaptarme pronto, aprender mucho y hacer
lo que me gusta.

No sé cómo vaya a ser
la carga de trabajo, pero no se preocupen, no abandonaré el blog, al menos no
sin avisar –prometo que sí les escribiré una nota informativa o comunicarlo por
twitter–, mi intención es organizarme
bien con mis actividades para no desatender nada, puesto que el blog también es
algo que disfruto mucho y dejarlo botado no me gusta. Mi plan para ya
regularizarme con el blog es ponerme las pilas este fin de semana y redactar lo
que tengo pendiente e irlo subiendo próximamente, para que tampoco se
encuentren con varias entradas de sopetón, lo que sí es que mañana subiré el Book Tag de
las manías literarias, al cual me nominó Cari de Carigo Books –¡gracias!–. También
espero ponerme al corriente con los comentarios del blog y responderlos,
especialmente los de la sección “Seamos seguidores”, nuevamente una disculpa.
De antemano gracias por su
comprensión
¡Nos estamos leyendo!
P.D.: ¿Ya vieron que en Pottermore ya
puedes descubrir cuál es tu patronus? Yo ya hice el test y mi patronus es un
zorro, fue una sorpresa total –yo esperaba que fuera un armiño o un hurón o un hámster–,
pero estoy muy contenta con él. Cuéntenme, ¿ya hicieron el test?, ¿cuál es su
patronus? :D