Sí, después de leer La selección (aquí la reseña), no pude resistirme a leer casi de
inmediato la continuación.
La
élite (The Elite,
2013) de Kiera Cass (Carolina del Sur, 1981) es la segunda parte de la saga de
La selección, la cual cuenta la historia de America Singer quien, junto a otras
34 chicas, compite en la Selección para ganar el corazón del príncipe Maxon y
convertirse en la futura reina de Illéa. Al final del primer libro Maxon reduce
el grupo de las participantes y deja sólo a 6 que pasan a formar parte de la
Élite. En La élite America tendrá que
lidiar con los ataques de los rebeldes (los cuales se han intensificado), con
la disyuntiva que le genera la posibilidad de convertirse en princesa, con su
implicación en el mundo de la política y, sobretodo, con sus líos amorosos,
¿Aspen o Maxon?
En esta entrega las
chicas que continúan en el proceso de la Selección como parte de la Élite se
implican más en los asuntos formales del reino, ya no sólo toman clases sobre
etiqueta o política, sino que toman un papel activo en lo relativo a los
asuntos de estado, tales como participar en debates, crear proyectos y
organizar recepciones con fines diplomáticos, todo lo cual está orientado a que
vayan adquiriendo experiencia y se hagan a la idea de que lo que está en juego
también es un cargo. De igual manera, la presencia de la realeza es más
relevante que antes, los monarcas conviven más con las candidatas; dado a que
la recta final se acerca, el rey, en especial, quiere cerciorarse de que la
ganadora es la indicada para sus fines.
America encara bien los
nuevos retos que implica estar en la Élite, las tareas que le asignan le hacen
pensar en las personas que la rodean y en la sociedad en la que vive. Esto
conlleva que en la novela se haga un énfasis en el concepto de individualidad
de las personas. Illéa está conformada por castas, sistema que recuerda a la
estructura medieval que se dividía en estamentos, los cuales ponían de
manifiesto el estatismo social y donde ascender de estatus era muy complicado,
salvo algunas excepciones, la gente de la Edad Media sabía que, por ejemplo, si
nacía campesino moriría como tal al igual que su descendencia. En Illéa sucede
lo mismo, las castas son hereditarias y la idea de un cambio social es
impensable y provoca un descontento dentro de los ciudadanos. America es
consciente de esto y a lo largo de La
élite irá reflexionando sobre el asunto, además de que contará con un
diario de Gregory Illéa que le proporcionó Maxon, ahí se exploran los inicios
de la nación en la que vive America, además de que se aprecia de primera mano
cómo se instauró la monarquía y el sistema de castas.
Cabe mencionar que Kiera
Cass sigue haciendo hincapié en las dicotomías persona/cargo, vida privada/vida
pública y ser individual/ser social. Por un lado, America se percata de que los
monarcas son una figura pública, por lo que deben mostrar un porte rígido e
impasible, aunque no corresponda con sus sentimientos. Por otro, ella también
nota que el resto de los personajes pertenecen a una casta y tienen una
ocupación asignada, pero que eso no es lo único que determina su identidad, al
final son individuos con pensamientos y deseos propios.
En cuanto a los ataques
rebeldes, estos continúan, tanto los de los sureños como los de los norteños,
aunque las incógnitas prevalecen, la desigualdad social y el poder de la
realeza parecen ser un buen indicador de sus motivos. En La élite se aprecia un sentimiento
patriótico en los personajes, incluso Aspen que está descontento con el
gobierno apunta que ama a su nación, America igual, sin embargo, es
significativo como este patriotismo convive con la crítica que permea la
historia.
Ahora bien, el
triángulo amoroso planteado en La
selección va progresando poco a poco: America no sabe a quién elegir, Maxon
no sabe que Aspen está en el palacio y éste, a su vez, sólo dispone de momentos
robados para reconquistar a America. Maxon comienza a interesarse más en las
otras chicas y esto a la protagonista no le gusta, lo cual le genera un
conflicto sobre qué hacer. En lo personal, America se me hizo un poco injusta
con Maxon, ya que se pone celosa sin ponerse a pensar que ella le está haciendo
lo mismo con Aspen.
Ya para terminar… America
sigue siendo la más indicada para ganar el puesto, pese a su baja autoestima y, contra todo pronóstico, ella me sigue cayendo bien, aunque sí me desesperó un
poco en este libro. La élite es una
novela que disfruté, es una lectura rápida, la narración es fluida y la recta
final me tenía con los sentimientos a flor de piel. ¡Ya muero por leer La elegida!
Gracias por leer :D ¡No
olviden dejar sus comentarios!
Amo tus reseñas. Eres capaz de contar lo necesario sin fangirlear ni soltar spoilers. Puedo leer de lo que trata el libro sin ver si le das o no favoritismo y al final nos cuentas ahora si sí te gustó o no, y me encanta.
ResponderEliminarYo personalmente no sé si quiero seguir con esta saga, pero con tu reseña me has picado mucho.
Saludos!
¡Muchas gracias! Eso me anima mucho :D Si decides continuar con la saga, me cuentas qué te pareció :) Es una historia sencilla y, por mi parte, me he divertido mucho con ella. ¡Saludos!
Eliminar¡Hola Paula!
ResponderEliminarRecién descubro tu blog y pues me encanta tu manera de reseñar, ¿Recién acabas de comenzar con tu blog, cierto? ¡Yo igual! :D te invito a que te pases por el mío.:)
La Élite, La Selección, son unos libros hermosos tanto de portada como de historia, si te encanto este te encantará el que sigue, de eso estoy seguro. Kiera Cass tiene una manera ágil y sencilla de escribir que engancha.
¡Un gran abrazo!
¡Hola, Erick! Muchas gracias :D Sí, definitivamente la saga de La Selección se convertirá en una de mis favoritas,me encanta la manera sencilla con la que Kiera Cass desarrolla la historia. ¡Y claro que voy a visitar tu blog! :D Saludos :)
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